Imagenes del proyecto

El objetivo de la reforma

El objetivo de la reforma de este ático de Barcelona es sacar el potencial que tiene. Un piso con una Terraza espectacular y una galería con vistas al interior de la manzana del Ensanche. Desde la terraza se ve el Tibidavoy la torre agbar! Un piso que podía ser impresionante pero tenía una distribución ocupada por pasillos, sin continuidad visual entre los espacios, con la cocina cerrada y muy oscuro.

La distribución

Es un piso que originalmente tenía dos habitaciones dormitorio que tenían luz de dos patios interiores. Contaba también con un pequeño estudio o trastero que estaba entre la cocina y el comedor e impedia su comunicación. Entre la galería de la zona de estar y la parte interior de la casa había un escalón que no permitía de un desarrollo tranquilo y cómodo de la función de estar.

La nueva distribución hace un piso con estancias espaciosas y anulando completamente los espacios exclusivamente dedicados a distribución. El desnivel entre la galería y el estar se anula y se delimita mediante la tarima de un espacio inferior dedicado a comedor. El comedor es mucho más amplio que antes y sirve las veces de distribución y punto central de la casa.

La fachada frontal se ha limpiado de espacios compartimentados permitiendo una vista continua interior de la fachada, desde la cocina hasta la sala de estar-comedor. Entre la cocina y el comedor construimos una península que sirve para desayunar, sentados en un tamburete.

Al hacer los derribos, en el baño, descubrimos un lucernario oculto en el falso techo. Nos pareció muy buena idea recuperar la luz que podíamos conseguir con él, además de la intimidad que mantenía. También decidimos poner un gran espejo tapando la ventana, esa ventana permitia al vecino ver completamente el interior de nuestro baño. Y para que no perdiése la luz de la ventana, dejamos una repisa entre el espejo y la ventana, para que la luz entrase por ahí.

Los materiales

En la reforma de este piso hemos utilizado materiales de aspecto natural, con texturas agradables. Materiales que, aparte de ser bonitos, no perdiesen calidad con el tiempo.  La madera de roble para el suelo es de tablilla de un grosor suficiente para poderlo cepillar y dejarlo como nuevo cuando se gaste. Las baldosas del suelo del baño y la cocina son unas grandes baldosas de 60×60 cm de porcelánico. Hemos tratado la rasilla de cerámica roja colocándola con las ranuras a la vista (al revés de como se coloca habitualmente) en algunas paredes para singularizar algunos elementos y darle una textura agradable al tacto y un color intenso que contrasta con el resto de elementos.