Se puede conseguir ampliar una vivienda unifamiliar aumentando su altura y ganándole una o varias plantas. Conocida como remonta, esta práctica es cada día más habitual en ciudades como Barcelona, donde el tejido urbano está muy colmatado edificatoriamente hablando.

 

Existen muchas razones por las que llevar a cabo una remonta. Las familias evolucionan a lo largo de los años, y sus necesidades cambian, convirtiendo en prioridad en muchos casos ganarle metros a su vivienda para mejorar el confort de sus habitantes. Además, quien tiene un edificio tiene un tesoro: si dispones de una propiedad vertical, puedes rentabilizar mejor tu parcela sin generar un gasto extra en nuevos terrenos, si formas parte de una comunidad de propietaros y tu edificio tiene un coeficiente de edificabilidad que no ha agotado la comunidad de propietarios puede tener un ingreso económico cuantioso si vende ese derecho a un particular.

 

Para conseguir este objetivo, se vuelve fundamental el papel de la estructura de la nueva construcción en el conjunto.

 

En la mayoría de los casos lo ideal es que sean estructuras ligeras y rápidas de montar. Por dos motivos: no sobrecargar el edificio preexistente y no ocasionar las molestias propias de una obra que se pueden agravar en un edificio habitado.

KAITEK ARQUITECTURA

 

En este artículo hablaremos de los tipos de estructuras ligeras que existen actualmente para estos casos, enumerando los puntos fuertes de cada una de ellas.

 

Timber frame o entramado ligero de madera

 

Esta técnica de construcción, que ya vimos en el segundo artículo dedicado a las estructuras de madera, es la evolución del clásico balloon frame americano. Consiste en un entramado de montantes y travesaños de madera colocados a poca distancia entre sí y formando los huecos de ventanas y puertas. Posteriormente se cubrirán de paneles de madera para formar las superficies de los paramentos verticales de la vivienda.

 

Su ligereza, reducido espesor (8% inferior a los muros de ladrillo) y sus prestaciones termoacústicas (30% superiores a las construcciones tradicionales) lo hacen una muy buena opción para ejecutar una remonta.

 

 

Steel frame o entramado ligero de acero

 

Similar al timber frame, el steel frame reproduce esos esquemas en perfiles en forma de U de acero galvanizado (a veces se utilizan perfiles en L, en S y con otras formas), atornillados entre sí. Permite combinarse con otros sistemas constructivos, pudiendo así revestirse interiormente de paneles de yeso laminado, entre otros.

 

Los espesores que se consiguen son incluso menores que los del timber frame gracias a las propiedades del material, aunque se deba poner más cuidado en puentes térmicos y otros aspectos de aislamiento.

 

 

Sistema CLT/KLH o tablero contralaminado

 

Este sistema lo conforman paneles formados por tablas de madera aserrada encoladas por capas cruzadas entre sí 90°, en número impar, y posteriormente prensadas. Esta disposición viene dada por el hecho de que las fibras de madera presentan un mejor comportamiento frente a esfuerzos en direcciones paralelas a las fibras que frente a otros perpendiculares a las mismas, por lo que al girar las capas entre sí se equilibra y estabiliza el conjunto. Las colas, además de su función cohesiva, evitan la aparición de xilófagos que puedan desembocar en patologías posteriores.

 

Así, a diferencia de las técnicas vistas anteriormente, los paramentos verticales quedan formados por superficies completas de una sola pieza en las que se sustraen los huecos. Además, permite ejecutar igualmente los forjados de las viviendas, facilitando las uniones entre las diferentes partes estructurantes y solidarizando paramentos verticales y horizontales.

 

Como ventajas, entre otras, destacan su sencillo y rápido montaje, la ausencia de puentes térmicos, y su sostenibilidad como sistema.

 

 

Forjado colaborante madera-hormigón

 

Se trata de un forjado cuyos materiales, a pesar de ser diferentes (madera y hormigón), trabajan conjuntamente al estar unidos total o parcialmente. Normalmente se usa en rehabilitaciones de forjados antiguos de madera. El sistema está formado por vigas de madera (maciza o laminada) y un entarimado superior, sobre ellos se coloca una malla de acero electrosoldada y una losa de hormigón de 5 cm como mínimo. Esto hace que las vigas tengan un comportamiento mixto madera-hormigón (ganando la flexibilidad de uno y la resistencia a compresión del otro). Además de en remontas, se suele utilizar en rehabilitaciones de forjados de madera preexistentes.

 

Al necesitar un espesor tan reducido de hormigón, el peso propio del sistema se reduce mucho, facilitando su aplicación en ampliaciones de viviendas de todo tipo. Su uso como base de cubiertas planas e inclinadas es también muy frecuente.

 

 

Forjado colaborante de chapa perfilada

 

En la línea del apartado anterior, los componentes del forjado de chapa colaborante (acero laminado y hormigón armado) también trabajan conjuntamente como estructura. Está formado por vigas de acero (generalmente tipo IPE), con una chapa colaborante sobre ellas, que hace a su vez de encofrado perdido para una losa superior de hormigón armado. Por las características mecánicas de cada material, el acero trabaja mejor a tracción y el hormigón a compresión, lo que justifica que el primero quede debajo del segundo, quedando los esfuerzos óptimamente repartidos.

 

Como ventajas, además ofrecer una reducción del canto del forjado y su consiguiente mejora en ligereza (al igual que el de madera-hormigón) respecto a opciones más tradicionales, facilita las operaciones de transporte y montaje, reduciendo asimismo sus costes.

 

 

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